jueves, 17 de mayo de 2012


La totalidad que constituye la cultura, la sociedad y las personas, implican una integración que se expresa en hechos sociales, las cuales varían de acuerdo con la dinámica que se desarrolla en las personas, cultura y sociedad.
La sociedad generalmente tiende, por su mismo orden, hacia su conservación y desarrollo, lo que exige cambio constante basado en la cinética cultural y actividad de las personas, para el desarrollo, junto con cierto grado de permanencia que conserva el orden de la organización y estructura social.
Lo estable o lo estático, lo cinético y lo dinámico de la integración sociedad-cultura-persona, en ninguna sociedad se presenta en forma total, rígida y constante. Si ello fuera posible, la situación llegaría a estar tan equilibrada que se detendría toda evolución o desarrollo posible, aun cuando es necesaria la estabilidad para que se conserve el orden social, la organización y estructura de toda sociedad.
Es por ello, que para que se conserve toda sociedad requiere que las personas se ajusten a sus grupos, y estos, como las instituciones y otras formas sociales, se ajusten a la sociedad donde tiene vigencia.
La integración de las personas a los grupos o sociedades se realizan por medio de la socialización, donde adquieren la cultura y una vez integrados actúan o se comportan según las normas y otros medios usados por el control social.
Esta serie de diversidad de sociedades, grupos y culturas junto con la singularidad de las personas originan una serie de diferencias en el proceso de socialización y control social, estos no pueden lograr una homogeneidad total en la conformidad de las personas con valores, modelos, pautas, normas o reglas de comportamiento social.
En toda época y lugar, han existido, existen y existirán personas y grupos que se aíslan, apartan, rechazan o violan las normas del comportamiento social en un mayor o menor grado, es decir, no se adaptan a tales normas, produciendo una desviación la cuál en la medida que tiende a generalizarse produce la anomía o la no-aceptación de normas o rechazo a esta, en otras palabras, la desviación. Por lo que, nos conlleva al estudio, análisis y realización de la presente investigación.
Por tanto, su importancia radica en la influencia, que tiene la música rock, en los jóvenes y adolescentes, entre 13 y 17 años.
A todo esto, se a determinado, mediante una serie de factores en el ámbito sico-social, referentes a la influencia de la música rock en los adolescentes, que la música rock es un elemento cultural muy adoptado por las nuevas generaciones, muchas veces, debido al contenido violento y degenerador que contiene, tanto en la música, y a veces en las letras, y como una manera de expresar sentimientos de rebeldía, rabia y tristeza en el joven.

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